El viernes inició el proceso judicial en contra de tres policías de la Dirección de Operaciones Especiales (DOE) que supuestamente violaron a una niña con discapacidad intelectual a escasos metros de la casa presidencial de Daniel Ortega. A partir de la audiencia convocada para este lunes, la Fiscalía deberá demostrar la culpabilidad de los oficiales en una acusación que ha dejado inconforme al padre de la víctima, quien asegura que hubo más oficiales implicados en el hecho, además de elementos que el Ministerio Público ha desestimado.
El padre de la víctima cuestiona la negligencia con la que la Policía Nacional manejó el caso en un inicio, por lo que se vio obligado a recurrir ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), a fin de ejercer una presión efectiva.
Los oficiales imputados son Erving Antonio Jarquín Espinoza (24 años), Walter Martín Téllez (26 años) y Timerson Ixchilmora Parrales (21 años), quienes perpetraron la violación, según la acusación formulada por la Fiscalía, registrada con el número 016037-0RM1-2012PN. Sin embargo, el progenitor de la niña asegura que hay otros tres implicados que no fueron acusados por la fiscal Alicia Solís Díaz, quien se rehusó a bridar una entrevista a Confidencial.
Un relato espeluznante señala a tres policías
La acusación de la Fiscalía
* La violaron repetidamente, el perrito de la niña jamás dejó de ladrar hasta que lo callaron con una patada
La relación de hechos expone que a las seis de la tarde del pasado nueve de agosto los oficiales entraron de turno para “resguardar la Casa Presidencial”, y una hora más tarde la víctima, de 12 años de edad, llegó al parque El Carmen “con el objeto de jugar y pasear a su perrito”, llamado Tonqui o Rayo Mcqueen, como prefiere nombrarlo ella.
La niña comenzó a caminar y se sentó en una banca en el costado este del parque. Erving Jarquín “observa a la menor y decidió acercarse y entablar con la menor víctima, que por su contextura se juzga de forma rápida que se trata de una menor”, narra la acusación.
El diagnóstico clínico de la niña establece que padece un déficit neuro-cognitivo y epilepsia generalizada tipo ausente, “que la hace vulnerable ya que no mide las consecuencias de sus actos, su capacidad de raciocinio no es acorde a su edad, por lo que puede ser sugestionable a cualquier manipulación o engaño de una persona adulta que se pueda aprovechar de su condición”, versa el documento.
El oficial Erving Jarquín “identificó la vulnerabilidad de la víctima e inició a enamorarla hasta llevarla a un previo baldío, ubicado dentro de la Universidad Central de Nicaragua y el Condominio El Carmen”. En ese intervalo de tiempo comenzó a llover. El acusado Walter Téllez, al notar lo que pasaba, se acercó a su compañero a “advertirle que no hiciera cuadros y a la vez le prestó un capote, el cual fue usado por Jarquín para cubrirse e impedir la visibilidad”. Allí la violó.
Al concluir Erving Jarquín el abuso contra la menor, Walter Téllez se aprovechó nuevamente de la vulnerabilidad de la niña y “revestido de su posición de poder y superioridad, procedió a seducirla y buscar su deleite sexual”, sin llegar a violarla, porque apareció en la escena Timerson Ixchilmora Parrales, quien “también quería tener sexo con la menor víctima”. Téllez se retiró. Timerson si la violó, se lee en el expediente judicial.
“En aras de no ser vistos por los vigilantes del lugar” los abusadores dejaron sola a la menor, “exponiéndola a cualquier otro depredador sexual”, acota la acusación.
En el transcurso de esa noche lluviosa, específicamente “entre las once de la noche del nueve de agosto a las dos de la mañana del diez de agosto”, Erving Jarquín buscó a la menor que se encontraba deambulando en el mismo sector. Al encontrarla “la condujo a un módulo en construcción ubicado en el parque El Carmen, cerca del parque peatonal”, dirección que corresponde a un edificio abandonado a la sombra de un enorme árbol de chilamate, donde antes funcionaba la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura (ASTC), y que ahora los oficiales usan para guarecerse.
Jarquín al llegar al lugar “tendió una sábana al suelo” y volvió a violar a la niña. Rayo Mcqueen jamás dejó de ladrar, jamás abandonó a su dueña, aunque fue “neutralizado por una patada de Jarquín, situación que descompensó a la víctima, perdiendo la noción del tiempo y los hechos que estaban pasando”, subraya la relación de hechos.
El tono jurídico de la acusación establece que “los hechos irrumpieron en su etapa evolutiva, en su desarrollo sexual al inducirla a sostener relaciones de forma precoz, dejándola expuesta a futuras victimizaciones y disfunción personal” de la niña. Pero en palabras más cristianas, a la niña estos policías “le robaron la felicidad”, afirma Gonzalo Carrión, director del Cenidh.
Habla el padre de la víctima
“Cinco oficiales violaron a mi hija”
- Acusa a Policía de proteger a dos oficiales. “Esto no es política, pero la verdad tiene que salir a luz”.
Ese día no hubo agua en el barrio. La niña y su madre no lograron bañarse y por eso no fueron al culto. Empezó a llover y las goteras en la humilde casa (ubicada fuera del área de El Carmen) goteaban insistentemente. La madre se debatía entre una y otra gotera poniendo recipientes y la niña le dijo, “mamá voy a salir a bañarme en la lluvia con Rayo Mcqueen”. La niña no volvió a aparecer el resto de la noche.
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Veinte días antes que los policías violaran a la niña, su papá le había “comprado un celular para que jugara”. Ella salía por las tardes a pasear Rayo Mcqueen – otro regalo de su padre – y en uno de sus paseos cerca del Parque El Carmen, conoció al oficial Julio César García, perteneciente a la seguridad personal de Daniel Ortega.
El oficial anotó el número celular de la niña y comenzó a enviarle mensajes de texto. A “enamorarla, a acosarla”, afirma el padre. “Él se dio cuenta desde un momento de la discapacidad de mi hija en su mente y de seguro tenían amistad. Dos días antes de la desaparición de mi hija agarré el celular con unos chats y vi que la enamoraba, entonces le respondí: usted es policía deje de molestar a mi hija o voy a ir a la Comisaría de la Mujer a acusarlo. Usted conoce muy bien la ley”, relata el padre, albañil de oficio.
Según el relato del progenitor, la hija tenía confianza con policías porque él le daba mantenimiento a la Estación VI de Policías en el pasado. “La niña creció rodeada de policías”, sostiene.
“Si sos tan cojonudo decímelo de frente a ver si no te pego un par de cohetazos”, fue la respuesta que le regresó Julio César García al padre. “El asunto es me quedé pensando, pero no hice nada en contra del policía porque tenía un trabajo pendiente”, relata el padre.
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La niña salió de la casa el día de la violación porque Julio César García le había enviado otro mensaje, explica el padre. En el mensaje “le decía que ella le dijera cara a cara que no quería tener ninguna relación ya con él”. Sumisamente la menor se dirigió a la esquina de su casa donde el Policía “le hizo una llave en la mano, la encapuchó junto con otros agentes y se la llevó en una patrulla”. “Lo hizo por desquite”, asevera el padre.
A partir de este punto el relato del padre difiere con la acusación de la Fiscalía. Es decir que la niña no llegó al parque, sino que fue prácticamente raptada, producto de un acercamiento previo con la víctima.
El padre habla en base a lo que le contó su hija, afirma. “El primero que la violó fue Julio César García y otro amigo camisa celeste, después fueron los tres de la Direccion de Operaciones Especiales (DOE) y al final, cuando la dejaron tirada, también la abusó René Martínez, un guarda de seguridad de la Empresa Goliat, me dijo mi niña”, relata el papá.
Sin embargo, en la acusación de la Fiscalía sólo se están acusando a los tres miembros de la DOE, aunque la Primer Comisionada Aminta Granera aseguró en un acto público que la “investigación sigue abierta”.
“No está detenido Julio César que es la parte principal, el cerebro de toda esta macabra cosa, ni el otro policía de celeste, ni el señor de seguridad, que creo están libres. Ni siquiera los mencionan en la acusación”, alega indignado el papá.
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Cuando el papá volvió del culto encontró a la madre de la niña nerviosa. Había salido a bañarse y no la encontraba por ningún lado. En su moto, alarmado, el padre emprendió la búsqueda. A eso de las 8:40 de la noche puso la denuncia en el Distrito II, pero su pedimento no prosperó. Estuvo sentado en una banca hasta las 11 de la noche, pues la investigadora Martha Díaz “no le tomó declaración porque tenía que esperar las 72 horas que se establecen para desaparición”.
“Abrí la puerta de donde estaba la inspectora y estaba chateando. No crea porque estoy chateando no estoy pensando en su caso. La niña puede llegar en cualquier momento a su casa, me dijo. Abandoné el local porque la parte necesitada de encontrar a mi hija era yo”, recuerda el papá lleno de impotencia.
El padre asegura que puso la denuncia porque tenía la certeza que su hija se había podido ir por el parque a verse con Julio César García. “Desde que en el Distrito II se dieron cuenta de que era un policía me hicieron caso omiso”, añade indignado.
El padre prosiguió su búsqueda solitaria. En la madrugada el tanque de su moto se quedó sin combustible. Con la desesperación como guía, el padre logró que alguien le prestara dinero. Recargó de combustible y siguió buscándola. A las seis de la mañana su celular sonó. Era su esposa. La niña había aparecido, pero la voz era angustiosa del otro lado de la línea.
- ¿y cómo apareció?, preguntó ansioso el padre.
- Toda arruinada, desbaratada, sin ganas de vivir, derrotada, ensangrentada…, contestó atacada en llanto la madre.
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Deseoso de encontrar justicia, la mañana del 10 de agosto el padre vio una patrulla estacionada en el Parque el Carmen. En ella estaba un subcomisionado. “Le expliqué que mi hija había desaparecido, que no me quisieron recibir la denuncia en el Distrito y le conté de la sospecha que tenía del tal César”, recuerda.
Ambos hombres quedaron en un acuerdo, y el perjudicado fue a traer a su hija a la casa para ver si la habían visto los agentes en el lugar. El subcomisionado al verla se sorprendió. “A esta niña yo la miré como a las 5:30 de la mañana por el lado del puente. Allí la miré, esa es la niña que iba con el perrito”, me contó el subcomisionado.
Padre e hija volvieron a su vivienda y poco tiempo después una patrulla policial irrumpió en su hogar.
“Al parecer el subcomisionado había llamado al Distrito”, especula el padre, y agrega que “La investigadora Martha Díaz agarró a la niña, prácticamente la arrebató, y la montaron en la parte de atrás como reo. Entonces yo me fui detrás de ellos en mi moto. Es que esto es algo grave señor, cómo es que no fue al Distrito, me dijo, haciéndose la importante”.
De ajuste, según el relato, la psicóloga de la Comisaría de la Mujer asignada al Distrito II, Ana Beatriz Chavarría, hizo sentir culpable a la niña, “diciéndole palabras obscenas, esto y el otro. Luego trasladaron a la niña a Medicina Legal y los exámenes dieron positivos con el abuso”.
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El 14 de agosto los padres se hartaron. El caso estaba engavetado en el Distrito II y decidieron denunciar el caso en el Cenidh, guiados por la recomendación de un periodista de Canal 2, recuerda el padre. El organismo defensor de los derechos humanos telefoneó a la policía y el caso lo trasladaron a la subdelegación del Distrito II.
Donald López, subcomisionado de la subdelegación, se hizo cargo del caso. Él actuó diligentemente, como un profesional, dice el padre. El mismo día el oficial fue con la hija y la madre a hacer reconocimiento del lugar. “La niña los llevó donde fueron los hechos, propiamente a 30 metros de la mansión presidencial”, indica el padre. Allí encontraron una sábana con manchas de sangre y condones usados.
Al siguiente día el subcomisionado, averiguó el supuesto nexo que tenía Julio César García con la niña. Le pidió que le mandara un mensaje de texto a García y éste respondió lo siguiente: “Estoy en el Malecón, por la Concha Acústica, vení aquí chavala que ahora sí te voy a poner un chavalo”, afirma el papá.
El subcomisionado se dirigió al lugar con su equipo. La niña reconoció a García e inmediatamente lo apresaron. Por medio de García lograron conectar a todos los supuestos implicados: los tres oficiales de la DOE, otro guarda de celeste (compañero de García) y René Martínez, el guarda de seguridad.
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Pero el caso se estancó nuevamente. Pasaron 20 días desde la violación hasta que llegó a instancias superiores, gracias nuevamente a las gestiones del Cenidh. La Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) pidió el traslado del expediente, pero esto en vez de alegrar al papá lo llenó de interrogantes:
“No sé por qué no mencionan a Julio César García en la acusación si lo detuvieron primero, y por medio de él atraparon a los de la DOE. Entonces, ¿por qué estos no aparecen ni Julio César, ni su compañero de camisa celeste, ni el guarda de seguridad en la acusación? ¿Qué trato hicieron? ¿Por qué los ocultan? ¿Por qué no los ha sacado a luz?”, se pregunta el padre.
La única respuesta que el papá consiguió de la policía fue por parte de la directora de la DAJ, Glenda Zavala, quien le dijo que “la policía llevaba el caso personalmente, que se estaban haciendo las investigaciones correspondientes, que no hiciera escándalo”, exteriorizó el padre. Y añade que Zavala cuestionó el hecho de haber interpuesto la denuncia en el Cenidh “porque esos hacen escándalo y politizan todo”, sostuvo.
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“Mi hija diario se despierta dando gritos pidiendo justicia. No quiere que ninguno de estos aberrados quede impune”, dice el papá, haciendo énfasis en cada palabra. A este albañil no le gusta la idea de que René Martínez, el guarda del Goliat, sirva ahora como testigo de la Fiscalía, “cuando él fue el último que violó a mi niña”.
“Tienen que darle seguimiento a mi caso, ser trasparente porque si hubieran sido personas civiles los del abuso ya estuvieran en juicio”, cree el padre.
“Yo pido justicia, mi guerra no es política ni contra la presidencia, pero la verdad tiene que salir a luz. La verdad nos hace libre”, clama este padre que el viernes enfrentó cara a cara a los tres supuestos hombres que desgraciaron a su hija.
Acusados estuvieron presos con sospechoso
Los tres acusados de haber violado a la niña el pasado nueve de agosto, aseguraron que Erving Jarquín estuvo preso con Julio César García cuando fueron capturados por las autoridades.
El acusado Walter Téllez aseveró que el agente de la seguridad personal de Daniel Ortega, Julio César García, era quien tenía el contacto telefónico con la víctima, lo que corrobora la versión del padre de ella.
“A los dos policías de azul celeste los llamaron con la niña desde la DAJ, ellos contestaron porque creían que se trataba de otro caso”, dijo algo confundido Erving Jarquín. Según estos acusados la noche que sucedió el hecho, ellos “no vieron nada anómalo”.
Confidencial visitó la escena del crimen, donde de acuerdo al testimonio de la menor, fue abusada. Dicho lugar está ubicado propiamente en el parque El Carmen, donde en los años 80 funcionó la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura (ASTC). Mientras este medio de comunicación grababa en el lugar, una patrulla policial se acercó y detuvo a los periodistas alrededor de 25 minutos, pretendiendo borrar las imágenes capturadas.
La juez Segundo de Distrito Penal especializado contra la violencia de las mujeres, Aleyda Irías, determinó elevar a juicio el caso de la niña violada por policías de la seguridad de Daniel ortega. La primera audiencia será celebrada el próximo 11 de octubre a las nueve de la mañana.
Comentarios
¿Y esos otros tres (3) policías orteguistas implicados en la brutal violación y estupro a una inocente criatura con deficiencias mentales, lo que hace más horrendo y deleznable el crimen, qué se hicieron, cómo se llaman, por qué no los juzgan y castigan conforme el nuevo Código Penal? Y si les están cubriendo las espaldas por este crimen que no debe quedar impune, será porque estas tres nuevas panteras uniformadas, l os preferidos de la Srta. Aminta Granera, comisionada policial,¿ son acaso los nuevos e inocentes delfines de la pareja Ortega-Murillo, en cuya sórdida mansión se planifican los más macabros atropellos a la ciudadanía? Y la orden, que se sabe de donde viene es QUE LOS DEJEN TRANQUILOS.
Ya son incontables los años de tanta tortura y sufrimiento Minerva diosa de mi alma dulce e infiel.
PARA QUE JUICIO Y P[ARA QUE INVESTIGACION. BASTO LA DECLARACION PARA QUE TODO MUNDO SE FUERA EN CONTRA DE TODOS LOS POLICIAS. ME RECUERDA AL PUEBLO JUDIO QUE GRITABA DE JESUCRISTO, CRUCIFIQUENLO. EL HECHO ES SUMAMENTE REPROCHABLE, Y NO TIENE JUSTIFICACION, PERO HAY QUE INVESTIGAR PRIMERO, ACLARAR BIEN LOS HECHOS Y HASTA ENTONCES APLICAR CON FIRMEZA EL PESO DE LA LEY. POR CIERTO, DE DONDE SACARON A ESOS POLICIAS, VINIOERON DE HONDURAS, DE COSTA RICA, DE ARABIA, EUROPA O ASIA? AHH, SON DE NICARAGUA. LA POLICIA ES UN REFLEJO DEL PUEBLO DE NICARAGUA.
los padres deben de cuidar a sus hijas , peor si son minisvalida, que raro que solo acusa el padre,
Deberia de investigar al padre.
Los padres son los primeros responsable de los que le afecta a sus hijos. peor si es una una niña discapacitadad, necesita mas cuido, que raro sale acusando el ´padre y no la madre,
creo que hay que investigar el padre.
Y que se esperaba si el pueblo de Nicaragua sigue votando por Daniel Ortega, donde mundialmente se sabe que es un abusador sexual también, ustedes creen que a un violador le importa que otros violadores paguen su crimen ???. pobre pueblo de Nicaragua !!! que injusticias las que se cometen todos los días !!!!
creo que a estos hombres les deberia caer todo el peso de la ley ya que de por si es un acto deplorable y cobarde violar a una mujer que esta bien con todas sus capacidades intelectuales es peor violar a una niña especial deberia existir una ley en todo el mundo que castren a todos los hombres que violan a las mujeres
Favor publicar lo que envie, lo del comnt. # 6.
Gracias,
Y estos policias son los que defienden dia a dia nuestro pais? Que se puede esperar ahora? No hay respeto hacia las mujeres en Nicaragua; desde que sos una nina en primaria te encontras cara a cara con morbosos diario. Algunas crecen pensado que esa es la manera correcto que los hombres deben actuar, pero otras entendemos que es un acoso.
Las mujeres nicaraguenses nos encontramos cada momento que estamos en las calles con el acoso, el vulgareo y "enamoramiento sucio" de todo tipo de hombres; taxistas, buseros, CPF, policias y no excluyo a los "adinerados" por que igual son todos.
Me encantan ver como algunas de nosotras levantamos la cara y les respondemos como se lo merecen. Pero creo que el mayor problema viene desde los ejemplos de gobierno que tenemos.
Independientemente de quien o quienes hayan cometido tan bochornoso acto, merecen que les caiga todo el peso de la ley. Pero igualmente bochornoso considero yo que es tratar de politizar este y cualquier otro caso delicuencial. Si las ONG y los Diarios estan justamente indignados, que le paguen a un buen equipo de Abogados para que amplien la acusación y para que, repito, les caiga todo el peso de la ley, pero de allí a "deducir" que no se acusa a mas supuestos involucrados por proteger a alguien son cosas que habría que probar, porque la lengua es atrevida y mas cuando se trata de echarle todos los muertos al gobierno de don Daniel. Mis respetos y solidaridad para la familia y la inocente víctima que debería ser tratada por psicologos competentes para amortiguar tan bochornoso trauma.
!Y suelta lamentos de lagarta vieja la Srta. Aminta Granera diciendo "...que le duelen los errores de policias..."; en referencia al crimen atroz de los cinco (¿o son seis?) uniformados que abusaron atrozmente contra una criatura mentalmente incompetente e inocente. Y a la comisionada Granera ¿no se le revuelve su conciencia de mujer ante este crimen a una niña? Como al corrupto gobierno Ortega-Murillo, lo que quieren es brindar cooperación a los asesinos, ayuda que, inútil paradoja, les llega de un gobierno plagado de asesinos y corruptos. Me llega a la memoria el crimen atroz contra el radio-periodista Guadamúz. Y el autor intelectual, a quien todos conocemos ¿no le va a caer el peso de la ley, algún día, que tan cerca le anda rondando? Y el otro crimen atroz de estupro y violación que el mismo D. Ortega S., cometió, inpúnemente, contra su propia hijaistra, ante la complacencia de la misma madre? Estamos frente a un gobierno que ha sobrepasado las fronteras de la iniquidad, el crimen, la grotesca corrupción, el chantaje y el irrespeto descarado y total a la Carta Magna. Pero !qué desafortunadas las palabras de la Srta. Granera, la comisionada! Ya veremos cómo va a reaccionar cuando le ordenen capturar al inconstitucional Ortega y sus secuaces. ¿Creen Uds., lectores, que la a doler a la comisionada?
Este es un hecho, totalmente Bochornoso, Reprochable, Condenable, etc, pero yo pienso, que esto en parte, es producto de toda la Corrupcion que practica este Gobierno y todos sus Secuases, tampoco estoy Justificando lo que estos Delincuentes hicieron en contra de esta Inocente Niña, que Seis Delincuentes hayan abusado de ella Sexualmente, como dice el padre de la Niña, lo menos que se merecen estos Despotas, es la PENA DE MUERTE, o aplicarles la Ley Fuga, ni aun que con todo el Peso de la Ley los condenen con todo Rigor, eso es poco, ahora, esta Fiscal, Alicia Solis, que solamente esta acusando a tres de estos Delincuentes, como ser Humano, como Mujer y como Madre, no le remordera la Conciencia, de lo que esta haciendo, protejiendo a tres Delincuentes, no pensara que sus Hijos corren el mismo Peligro que esta Niña, y por castijo, pueden vivir el mismo Calvario, y por ultimo, esto es totalmente contradictorio y lamentable, estos individuos que le debieron dar Proteccion y que es su obligacion, abusan de la Niña y lo peor son Custodias de Equipo de Seguridad del Inconsntitucional, Presidente, esto es INSOLITO.
Parece mentira, que el gobierno se burle del pueblo de Nicaragua y de la familia de la victima, tratando de imponer el número de actores y coautores en un caso super delicado por la enfermedad de la víctima, y porque los hechores son la custodia de la familia presidencial. Esto sucede por la falta de valores y de educación existente en el pueblo de Nicaragua, el actual gobierno con ayuda del Cardenal Obando ha tratado de borrar, hipócritamente la educación religiosa, y la moral y cívica del pueblo; cambiándolos por la falta de respeto a la patria, a la Constitución, a la familia, a la educación, a las leyes y las buenas costumbres. Y eso es lo que se logra, el caos, la torre de Babel, donde nadie se entiende, nadie se comunica, nadie enseña, todos pecamos, robamos, violamos etc. Que Dios salve a Nicaragua.